miércoles, 15 de junio de 2011

El sol es una enana amarilla

¡Ah, qué suerte que tiene ganas de charlar, así el viaje se nos hace más corto! Antes de abordar pensaba “ojalá me toque de compañero alguien simpático con quien conversar”. Sí, sí. Soy del planeta 3. ¿Y usted? Ah, sí, la M31, casi vecinos, ¿qué son unos megaparsecs? Ja, ja, ja. Sí, antes tenía otro nombre pero cuando el Comité Intergaláctico unificó las nomenclaturas quedó así. En este momento no recuerdo cómo era que se llamaba… ¡pasó hace tanto ya! ¡Parecen eones! Es bonito, sí, gracias a los científicos que lo mejoran día a día. Hubo que hacer muchos cambios. En otros tiempos, no se podía vivir: mucho frío, mucho calor, nunca había una temperatura apropiada. Ya no, siempre hay un clima agradable. Solamente usamos este traje liviano para protegernos de las radiaciones y listo. ¿Vio que tenemos dos lunas preciosas? Bueno, una es prácticamente nueva. A alguien se le ocurrió que ya que era tan hermoso el cielo con una luna, ¿por qué privarnos de tener otra? La nueva incluso brilla mejor. ¿La naturaleza? ¿Usted se refiere a esos seres que antes se morían, que eran defectuosos y hasta horribles? Eso también lo arreglamos. Todo está controlado por el Cybrain. Hay bosques inteligentes, lagos con agua pura de los reactores químicos, animales perfectos que no enferman ni envejecen. ¡Incluso podemos elegir los colores! ¿Niños? No, no he visto. ¡Ah, sí, había en la Epoca Oscura! No, no nace nadie ni muere nadie, claro. Estamos los que estamos. Aunque a veces no hay más remedio que erradicar a alguno que no se adapta. ¿Vio como es la gente? No quiere colaborar. Yo, por suerte, tengo facilidad para los idiomas. Enseguida capto. ¿Se dio cuenta que apenas me habló lo entendí? Y eso que nunca antes había hablado con un habitante de M31. Es la primera vez que salgo de mi planeta. Precisamente me envían de intérprete a una reunión muy importante en el Triángulo. ¿Usted también va allí? ¡Qué coincidencia! Déjeme decirle que ese traje lila le sienta muy bien. Ah, es el color de su piel. ¡Qué curioso! ¿Y eso que tiene en la cabeza qué es? ¿Pelo? En el museo vi sujetos con pelo, incluso en el cuerpo, fíjese qué rareza. Nosotros no tenemos pelos, ni un solo pelo.

Creo que ya estamos cerca. Hoy por hoy, viajar 2,5 millones de años luz es como dar una vuelta manzana. ¡Pensar que los antiguos usaban esos armatostes ridículos que nunca llegaban más allá del planeta 4! Sí, en el 4 también hay gente, pero viven de otra manera. Ahora que lo menciona, creo que allí sí hay eso que llaman niños. Son como nosotros pero en pequeño. Son enanos, como nuestra estrella. Una enana amarilla.

¿Llegamos? ¡Qué bien! Fue un excelente viaje ¿no cree usted? Tal vez nos encontremos nuevamente, aquí le dejo mi holograma personal. ¡Qué gracioso! Me acabo de acordar como le decían antes al planeta. ¡La Tierra!