Me recorriste una y otra vez
y conocés
mi costado más bestial,
el animal
que dormita en las sombras de la noche.
Play running y navego por tu mente,
presente
en este cuerpo tan etéreo y tan virtual,
tan vital
para estallar en humores y sentidos.
El fantasma de tu huella
tiene aquella
demoledora contundencia de la carne,
de la sangre
que arremete sublevada por las venas.
Y en la piel y en el sexo y en la boca
esta loca
absoluta certeza de tu nombre.
Sólo un hombre,
una noche, una historia, un deseo.
jueves, 9 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario